31 dic 2012
Siempre nos quedará...
Prospect Park.
Adiós al año de los encuentros oníricos, insomnes, diurnos, nocturnos, taciturnos... en el banco de siempre. Tú con tu libreta en una mano y tu lápiz en la otra. Yo con mi sonrisa, esa, la del primer día, la sonrisa persistente y obstinada, la que se clavó una primavera en tu mirada; la del helado de limón.
15 nov 2012
Sin a penas contrastes
Que ya no escribes, dices.
Que te retuerces, sientes.
Que quieres, que quisiste, que te gusta, que te excita, que le besaste sin saber muy bien por qué y que luego le llamaste por su nombre para asegurarte de que era él.
24 sept 2012
Carruajes
Nunca me gustaron los hombres demasiado caballerosos. Esos que se regodean en su indulgencia aparente y en la sombra frágil de quien está a su lado, “víctima de sus encantos”.
Pero, me ves así, con este gesto descompuesto, con el rimel amenazando convertirse en sombra gris, nubarrón y lluvia, sin barra de labios solo perfil, elevada en un par de tacones pero descalza, agarrada a mi bolso como si llevara la vida que siempre quise en él, contándote que ésto fue un error y esto otro un fallo técnico, endulzándote la voz con los primeros rayos de día que no de sol, distrayéndote con lo que no se me ocurría para que te quedaras y volvieras siempre, por mí y conmigo, hablándote de mil y una formas con esa dialéctica ingenua, trasnochada, sumergida en alcohol, desgarbada, incoherente como ella sola, llena de negación, contándote de todo para luego no recordar nada... Y qué nada tan todo.
Pero, vienes, te quedas, me cuentas no se muy bien el qué... Que vuelves a la cama.
Me miras, me sostienes (con) la mirada y me dices “estás muy guapa”
No sé si fue así, pero es lo que recuerdo.
Y me ronda y me rodea alimentando esta idealización de ti que me circunda.
Tú que te viste un día queriendo hacer que me comiera mis palabras con cucharilla.
Yo que, al parecer, me las como encantada si sonríes mientras te acercas...
(Regodeándote en tu comprobación cómplice de mi mirada en clave de afirmación tácita)
22 sept 2012
Equinoccio inmediato
(tu)
o t o ñ o
(esperado)
<< Desde el punto de vista astronómico, el cielo durante el otoño de 2012 estará inicialmente dominado por Marte al principio de la noche.
El inicio astronómico de las estaciones viene dado, por convenio, como el instante en que la Tierra pasa por una determinada posición de su órbita alrededor del Sol. En el caso del otoño, esta posicion es desde la que el centro del Sol, visto desde la Tierra, cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el sur. Cuando esto sucede, la duración del día y la noche prácticamente coinciden, y por eso, a esta circunstancia se la llama también 'equinoccio de otoño'. En este instante en el hemisferio sur se inicia la primavera.
Esta es la época del año en que la longitud del día se acorta más rápidamente.
El Sol sale por las mañanas cada día un poco más tarde que el día anterior.
La actividad del Sol se caracteriza por la presencia en su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias, y en la Tierra, se aprecia en alteraciones en la propagación de las ondas de radio y en una mayor presencia de auroras polares. Esta actividad sigue un periodo de aproximadamente 11 años, y está asociada al ciclo magnético del Sol. Actualmente nos encontramos en el ciclo solar número 24 que comenzó en diciembre de 2008 y se espera que llegue a su máximo en mayo de 2013.
Durante todo el otoño Venus será visible al amanecer y Marte al atardecer.
[...]
* constellations.
En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones, alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche Cisne, Casiopea, Osa Menor y Jirafa. Las constelaciones eclípticas visibles en este periodo van de Capricornio a Virgo. Por encima de la eclíptica destacarán Pegaso y Andrómeda; por debajo, Ballena y Orión, así como las estrellas Sirio y Proción. >>
En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones, alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche Cisne, Casiopea, Osa Menor y Jirafa. Las constelaciones eclípticas visibles en este periodo van de Capricornio a Virgo. Por encima de la eclíptica destacarán Pegaso y Andrómeda; por debajo, Ballena y Orión, así como las estrellas Sirio y Proción. >>
Yo tan amanecer y tú tan atardecer.
A veces tan día, a veces tan noche.
Tú tan hemisferio sur, yo tan ecuador; tan otoño a la vez.
Y... entre manchas, fulguraciones y protuberancias, aquellas sábanas.
Y entre (des)órbitas, las circunstancias... Los equinoccios.
11 sept 2012
"No sé, Marse... no sé"
Que siempre nos gustó el drama, la tragedia y la comedia.
Que siempre nos gustó mezclar.
Que la vereda siempre será de la puerta de atrás.
Que nunca quisimos despedirnos.
Que nunca nos fuimos.
Que te vas.
Que no.
Que te vas.
Que no.
Que nos interrumpimos, nos rompimos.
Que no.
Que a estas alturas echarte de menos es incoherente, no lo sé.
Que me tiemblan las manos, es incoherente, lo ves.
[...]
Que no hay nada que decir.
Que se me olvida algo.
(Y tú sabes qué es)
Pero no...
Que no.
Que a estas alturas echarte de menos es incoherente, no lo sé.
Que me tiemblan las manos, es incoherente, lo ves.
[...]
Que no hay nada que decir.
Que se me olvida algo.
(Y tú sabes qué es)
Pero no...
Ten buen viaje, sonríe y escribe
24 ago 2012
Me molesta
Sí, me molesta.
Que en este mundo también lo auténtico sea una copia.
Que en este mundo también lo auténtico sea una copia.
Mecanismo de defensa
19 ago 2012
A veces, huir
- Y vuelves a ponerte ese color de pelo con el que hiciste, deshiciste y rompiste hogares...
Y así, ella se convirtió en la femme fatale más bonita, excitante y vulnerable que jamás había visto.
Con esa sonrisa brillante, coqueta, intermedia entre el orgullo y el arrepentimiento no de sus actos sino de su silencio.
Y así, en ese silencio, nos dimos cuenta de que el camino más difícil también tenía fin; de que había pasado tanto tiempo que ya no había nada que entender, había que afrontar y seguir... o pararse en seco, o empezar de nuevo, pero afrontar. No sanar heridas, afrontar. No dar puñetazos en la mesa, afrontar. No enfrentarse a sus encantos, enfrentarse a uno mismo.
Pero...
También es cierto que estamos aquí porque supimos huir a (des)tiempo.
6 jul 2012
Paroxismos "staytruistas"
Después de tropezar con un “Stay True”... frontal, de pie, parietal.
A una planta de un paroxismo que empieza donde acaba y acaba donde empieza; ese retorno de la estación de los deseos eternamente insatisfechos.
Y a la izquierda, un paso por delante, la oveja sin rebaño que se eleva del suelo, para soñar o dejarse llevar o qué se yo, pero se eleva en su nube negra; llena de misterios y caminos recorridos en secreto.
¿Me invitas a subir, a pasar, a comer, a tomar té y a no bajar?
A volver a empezar, con (en) la sonrisa canina de siempre.
Do what you want.
28 jun 2012
"Quod me nutrit me destruit"
- Será que ibas a dejarme.
Sí, será que iba a dejarte. Así, allí, tan vestido y tan desnudo, tan frío y tan caliente, tan seco y tan mojado, tan tú cuando te hablo de felaciones, “olvidémonos del protocolo, sin ataduras, sin vestiduras, sin alter ego”, pero no, tú siempre fuiste un caballero conquistador y pacifista de mucho cuidado, tan así.
Sí, será que iba a dejarte. Porque tenías que irte, porque sobrepasaste (sobrepasamos) el límite de lo previsible, porque ya te habías ido antes de venir, porque no hay dos sin tres, aunque a mí, en realidad, se me antojen todos los números con uno.
Será que iba a dejarte o que iba a preguntarte si… Pero no lo hice.
Será que iba a decirte que, tal vez, si te quedabas tan cerca, tan así, si seguías sobrepasando lo previsible, tan así, quizás, podía comerte, tan así.
14 jun 2012
10 jun 2012
"Le maltrato físicamente"
A
quien corresponda.
“Le
maltrato físicamente”
Así
rezaba el título de la sección “tú preguntas”.
Allí
estaba yo, ojeando, leyendo, pasando páginas de aquel suplemento, cuando llegué a la
página sesenta y me encontré con un “Le maltrato físicamente”.
Me detuve un momento. Un título/titular no podía ser tan claro,
seguramente sería una metáfora de lo que la persona remitente de la
carta querría expresar; para salir de dudas empecé a leer.
Pronto descubrí que no, no se trataba de un titular
metafórico colocado estratégicamente al lado de la definición de
la palabra sadismo para llamar la atención de las lectoras y los
lectores, pues era cierto: ella maltrataba físicamente a su novio,
además de insultarle, e incluso haber llegado a lesionarle, pues en
la misma carta dice que alguna vez ha llegado a sangrar por la nariz
y que le había roto el labio.
Acabé
de leer y me vi invadida por un descontento y por el impulso de
expresar lo que pensaba.
Alguien
tenía que decirlo.
“Maltratar
a un hombre es patológico y sádico” ¿Y maltratar a una mujer qué
es?
Independientemente,
de la respuesta de la psicóloga y del carácter sadomasoquista que
la relación pueda tener, pues una cosa es que los dos experimenten
placer sexual siguiendo los roles que decidan, quieran o les
apetezca, pero que conocen y consienten y otra muy distinta es que
uno de ellos sufra unas agresiones lejos de un contexto sexual y que
el otro se pregunte si está enfermo o no, porque, de hecho, siente
que no hace bien. Como decía, independientemente de esto, a donde
quiero llegar es a lo siguiente:
Si
en lugar de un hombre hubiera sido una mujer la víctima del
maltrato, probablemente esto ni siquiera se habría llegado a
publicar, pues estaríamos ante un caso de violencia de género, que
aunque suene a demagogia, yo prefiero llamarlo violencia doméstica,
pues he aquí la muestra. En un hogar, en el seno doméstico no son
solo las mujeres quienes sufren agresiones por parte de sus parejas,
también las sufren ellos. Pero, cuando ésto sucede, parece que
nadie se siente en la “obligación” de mostrar su desacuerdo,
mucho menos sentir la imperiosa necesidad de realizar un acto heroico
y llamar a la policía porque a su vecino su pareja sentimental lo
maltrata físicamente. ¿Por qué? ¿Es que no nos damos cuenta?
Si
tanto hemos satanizado, crucificado, si tantos titulares ha ocupado
el hecho de que decenas, centenares, millones de mujeres sean
maltratadas, agredidas, y en los peores casos (aunque más de una
persona pensaría que no es esto precisamente lo peor) asesinadas por
sus parejas; si tanto nos hemos disgustado, yo la primera, cuando
hemos escuchado a alguien decir “si vuelve es porque le gusta que
le peguen”, “es que es tonta, le pegan y aún así sigue ahí”,
etc. ¿Por qué mirar a otro lado cuando la víctima es un hombre?
Señoras y señores, ésto también es violencia.
Con
cuestiones como ésta, una se plantea que puede que se haya cedido a
protegernos, a nuestras peticiones, a escucharnos, porque se nos ha
visto tan débiles que no queda más que hacerlo y no porque se
considere realmente que un trato igualitario sea necesario. Hablo en
plural porque soy mujer y, por suerte o por desgracia (a veces las
dos), soy de aquellas que se indigna cuando se nos intenta subestimar
o cosificar. Y, por supuesto, me emociona, o como diría aquel
mensaje conocido de fechas conocidas, “me llena de orgullo y
satisfacción” la lucha por nuestros derechos y nuestras libertades, solicitar, reivindicar, conseguir los objetivos...
Pero, ¿qué pasó con la igualdad?
Porque
así como se tienen madres, se tienen hijas, se tienen hermanas, se
tienen amigas, novias, “follamigas”, “rollos”, colegas,
compañeras, conocidas... para quienes nunca se desearía un mal como
éste ni ningún otro, también tenemos padres, tenemos hijos,
tenemos hermanos, tenemos amigos, novios “follamigos”, “rollos”,
colegas, compañeros, conocidos... para quienes nunca desearíamos un
mal como éste ni ningún otro...
¿o no?
No
pretendo juzgar la publicación, la sección o la revista, ni el
criterio de quien seleccionó la carta. La violencia doméstica y la
violencia a secas, sin comerla ni beberla, sin adjetivos, es un tema
con el que nos encontramos, por desgracia, muy a menudo y a mí, esta
vez, encontrármelo en una página de papel couché me ha llevado a
hacer, sencillamente, una llamada de atención sobre una realidad
paralela y que quizás tergiverse la postura, las ideas y los ideales
de un grupo no pequeño de personas.
_____________________________________________________________________________________________
Aunque, posiblemente, este texto vaya a la papelera del olvido del
ordenador que corresponda, lo he enviado a la redacción del suplemento porque conservo la esperanza
de que alguien llegue leerlo (a esa persona, gracias por dejarse aquí
unos minutos de su valioso tiempo) y porque, como he dicho por ahí
arriba ,“alguien tenía que decirlo”, alguien que no tuviera una
ideología cerrada y claramente decantada hacia un “proteccionismo
masculino”. Y no, no soy una madre indignada porque a su hijo le
pasa algo parecido a lo que le ocurre al joven al que “P., correo
electrónico” maltrata físicamente... Tengo veintiún años y
estoy ya deambulando en la absorbente época de exámenes de la Universidad.
31 may 2012
20 may 2012
Göteborg/Gothenburg/Gotemburgo
***
***
Unos vienen, otros se van, igual que Alicia sin ciudad...
El valor para marcharse, el miedo a llegar.
19 may 2012
3 may 2012
Sobre esta primavera
Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada
Francisco de Icaza
29 mar 2012
Huelga general
Sinceramente, mis conocimientos sobre política, sobre la marcha social, sobre antropología, sobre situación laboral no son en lo más mínimo elevados, ni siquiera son los deseables y/o recomendables. Pero he de decir que esta mañana me he visto inundada por una imperante necesidad de expresar lo que esta "Huelga General" me inspira... Y en resumen no es más que un mal sabor de boca.
Puede que la información que tengo (porque no se me ha dado o porque sencillamente hasta ahora no me he molestado en buscar) no me permita establecer un juicio de valor sobre "la situación actual", pero mi experiencia personal, mi día a día, me sirve y me impulsa a decir que... España me recuerda cada vez más a esa Sudamérica de la que hace algo más de una década huimos, quisimos escapar, mis padres y yo; al igual que cientos y miles de familias. Esa Sudamérica, sí, muy feliz, muy alegre, muy colorida, muy "buenos días, por favor, gracias", muy sonriente, muy rica, pero también muy pobre. Una Sudamérica en la que, pese a toda esa vivacidad, imperaba una desazón, un sentimiento de impotencia y frustración popular que se extendía más allá de las familias con un nivel adquisitivo bajo o nulo, más allá del artista, más allá del rebelde, más allá del estudiante de la universidad estatal, más allá de los niños (y de otros no tan niños) que disfrutábamos de una huelga, un paro, una manifestación, una sentada, una cacerolada, como si de una extensión vacacional se tratara.
Hablo en pasado porque, aunque me consta que el estado de cosas de aquel precioso país, en el que nací y en el que tuve la oportunidad de disfrutar de unas extensísimas vacaciones año sí y año también gracias al paro de profesores, parece mantenerse o sigue su curso, un curso lento y de avance milimétrico, ahora vivo en España y este país no menos bonito que aquél es mi presente, mi "situación actual". País que me está dando la oportunidad de saborear esa frustración de no saber qué hacer: ejercer un derecho o ejercer otro, huelga o trabajo; de no saber qué pensar: se está haciendo algo y una réplica grande significa que el cambio está siendo grande o no se está haciendo nada para mejorar ésto que tan destruido pinta sobre todo hoy.
En Sudamérica, concretamente en Ecuador, la infinidad de protestas era prácticamente el pan de cada día, se estaba formando o quizás solo se estaba reviviendo, reavivando una cultura revolucionaria, esa cultura abiertamente a favor de manifestar su descontento y en la que, no sabría decir si por esa misma continuidad o porque realmente se hacía así, parecía que el movimiento se daba a priori. Mientras que aquí, al menos durante estos años, la actuación, el movimiento se da a posteriori, ocurrió con toda aquella revuelta que se formó en torno al sonado Plan Bolonia (que me tocó muy de cerca, por cierto), ocurre con la Reforma Laboral. ¿Por qué? ¿Por qué ese malgastar tiempo, ganas, dinero, voz y votos? ¿Por qué ese esperar al último momento, a vernos, con perdón, con la mierda hasta el cuello?
Puede que la diferencia esté fundamentalmente en que Ecuador era o es, según una visión "global de desarrollo", un país "en vías de", que no ha tenido una resonancia internacional ni por su estadísticamente correcta economía ni por su políticamente correcta sociedad. Mientras que España, deja de ser ese país desarrollado que tantas expectativas nos creó y que tantas esperanzas nos devolvió hace más de una década (y más de dos) para ser un país que retrocede y desesperanza e indigna a una gran parte de la población, pero que una pequeña parte de la misma lo demuestra abiertamente y se enfrenta a esa impotencia. Vuelvo a la impotencia y me alejo de los números, índices, porcentajes, baremos, porque papeles aparte, es ahí, en el sinsabor, en el borde de la crisis, la quiebra, la locura, donde nace esa necesidad de, tarde o temprano, manifestarse.
Quizás sea que España se edificó a pasos agigantados una sociedad intensamente individualista.
Quizás sea que Ecuador no tenía nada que perder y mucho que ganar.
Quizás sea que ese titular tan trillado de "el país está sumido en la más absoluta miseria" que hizo estremecer a una economía aún en la escuela, no alcance a esta economía graduada, titulada, que no se ve, ni de lejos, rozada por el mismo, aunque esté, a efectos prácticos, parada.
Y sí, estoy de acuerdo con la opinión de que solamente con quejarnos (o con quejarnos solamente, según se mire) no resolvemos nada, tan fácil como que sin una solución concreta sigue habiendo problema. Pero me sabe mal que esa supuesta libertad a elegir se convierta en muchos casos en una coacción ya sea directa o indirectamente. Sin ir más lejos, ayer escuchaba entre clase y clase a alguien decir que no "apoyaba" la huelga, con un porqué que parecía más sacado del telediario, de un portavoz político o de uno de los profesores que de su propio discernimiento. Me deja un mal sabor de boca que un ejemplo, a la hora de hacer o no hacer, tan aparentemente simple e irrelevante siente más que trescientas páginas de un manual y que no se sepa hacer un uso correcto de ello. Aunque, parándonos a pensar y pese a la contrarréplica que pueda surgirnos frente a una postura u otra, ¿de qué nos sirve que un estudiante de una licenciatura supuestamente fructífera se posicione, tome partido respecto a una noticia de rabiosa actualidad, que más que noticia es realidad, si su "plan de futuro" es esencialmente inmigrar a un país que le ofrezca más oportunidades o que sencillamente se las ofrezca?
Bonito circo. Bonito ciclo.
Puede que la información que tengo (porque no se me ha dado o porque sencillamente hasta ahora no me he molestado en buscar) no me permita establecer un juicio de valor sobre "la situación actual", pero mi experiencia personal, mi día a día, me sirve y me impulsa a decir que... España me recuerda cada vez más a esa Sudamérica de la que hace algo más de una década huimos, quisimos escapar, mis padres y yo; al igual que cientos y miles de familias. Esa Sudamérica, sí, muy feliz, muy alegre, muy colorida, muy "buenos días, por favor, gracias", muy sonriente, muy rica, pero también muy pobre. Una Sudamérica en la que, pese a toda esa vivacidad, imperaba una desazón, un sentimiento de impotencia y frustración popular que se extendía más allá de las familias con un nivel adquisitivo bajo o nulo, más allá del artista, más allá del rebelde, más allá del estudiante de la universidad estatal, más allá de los niños (y de otros no tan niños) que disfrutábamos de una huelga, un paro, una manifestación, una sentada, una cacerolada, como si de una extensión vacacional se tratara.
Hablo en pasado porque, aunque me consta que el estado de cosas de aquel precioso país, en el que nací y en el que tuve la oportunidad de disfrutar de unas extensísimas vacaciones año sí y año también gracias al paro de profesores, parece mantenerse o sigue su curso, un curso lento y de avance milimétrico, ahora vivo en España y este país no menos bonito que aquél es mi presente, mi "situación actual". País que me está dando la oportunidad de saborear esa frustración de no saber qué hacer: ejercer un derecho o ejercer otro, huelga o trabajo; de no saber qué pensar: se está haciendo algo y una réplica grande significa que el cambio está siendo grande o no se está haciendo nada para mejorar ésto que tan destruido pinta sobre todo hoy.
En Sudamérica, concretamente en Ecuador, la infinidad de protestas era prácticamente el pan de cada día, se estaba formando o quizás solo se estaba reviviendo, reavivando una cultura revolucionaria, esa cultura abiertamente a favor de manifestar su descontento y en la que, no sabría decir si por esa misma continuidad o porque realmente se hacía así, parecía que el movimiento se daba a priori. Mientras que aquí, al menos durante estos años, la actuación, el movimiento se da a posteriori, ocurrió con toda aquella revuelta que se formó en torno al sonado Plan Bolonia (que me tocó muy de cerca, por cierto), ocurre con la Reforma Laboral. ¿Por qué? ¿Por qué ese malgastar tiempo, ganas, dinero, voz y votos? ¿Por qué ese esperar al último momento, a vernos, con perdón, con la mierda hasta el cuello?
Puede que la diferencia esté fundamentalmente en que Ecuador era o es, según una visión "global de desarrollo", un país "en vías de", que no ha tenido una resonancia internacional ni por su estadísticamente correcta economía ni por su políticamente correcta sociedad. Mientras que España, deja de ser ese país desarrollado que tantas expectativas nos creó y que tantas esperanzas nos devolvió hace más de una década (y más de dos) para ser un país que retrocede y desesperanza e indigna a una gran parte de la población, pero que una pequeña parte de la misma lo demuestra abiertamente y se enfrenta a esa impotencia. Vuelvo a la impotencia y me alejo de los números, índices, porcentajes, baremos, porque papeles aparte, es ahí, en el sinsabor, en el borde de la crisis, la quiebra, la locura, donde nace esa necesidad de, tarde o temprano, manifestarse.
Quizás sea que España se edificó a pasos agigantados una sociedad intensamente individualista.
Quizás sea que Ecuador no tenía nada que perder y mucho que ganar.
Quizás sea que ese titular tan trillado de "el país está sumido en la más absoluta miseria" que hizo estremecer a una economía aún en la escuela, no alcance a esta economía graduada, titulada, que no se ve, ni de lejos, rozada por el mismo, aunque esté, a efectos prácticos, parada.
Y sí, estoy de acuerdo con la opinión de que solamente con quejarnos (o con quejarnos solamente, según se mire) no resolvemos nada, tan fácil como que sin una solución concreta sigue habiendo problema. Pero me sabe mal que esa supuesta libertad a elegir se convierta en muchos casos en una coacción ya sea directa o indirectamente. Sin ir más lejos, ayer escuchaba entre clase y clase a alguien decir que no "apoyaba" la huelga, con un porqué que parecía más sacado del telediario, de un portavoz político o de uno de los profesores que de su propio discernimiento. Me deja un mal sabor de boca que un ejemplo, a la hora de hacer o no hacer, tan aparentemente simple e irrelevante siente más que trescientas páginas de un manual y que no se sepa hacer un uso correcto de ello. Aunque, parándonos a pensar y pese a la contrarréplica que pueda surgirnos frente a una postura u otra, ¿de qué nos sirve que un estudiante de una licenciatura supuestamente fructífera se posicione, tome partido respecto a una noticia de rabiosa actualidad, que más que noticia es realidad, si su "plan de futuro" es esencialmente inmigrar a un país que le ofrezca más oportunidades o que sencillamente se las ofrezca?
Bonito circo. Bonito ciclo.
11 mar 2012
Conciencia, tú que vuelas.
¿Y qué pasa cuando la belleza se agota en sí misma, en su instinto, en su naturaleza, su razón de ser?
Nos quedamos paralizados, con los ojos abiertos, ensimismados en la negación de lo que vemos.
¿Por qué?
8 mar 2012
Iced.
Parque de las Ciencias.
Granada.
Coincidencias.
http://www.youtube.com/watch_popup?v=MGvDuWvzyho&vq=medium
http://www.youtube.com/watch_popup?v=MGvDuWvzyho&vq=medium
18 ene 2012
Allá fuera.
Recuerdo claramente que antes de los veinte años todo parece urgente, y es cierto, es urgente. Pero el reconocimiento de que una necesidad sea perentoria, no siempre significa que la solución sea inminente. […] Mario Benedetti. Gracias por el fuego.
Parque de las Ciencias (Granada)
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