Quise morir... Y no encontré mejor forma de hacerlo...
Lo siento, (yo también) me abro. Aquí te quedas, en el espacio, en el tiempo, en la distancia, la gente y las circunstancias que nos separa(ba)n; en la estupidez más grande que pudiste cometer, en la pureza perdida, en el doble filo de tus desconocidas y recién estrenadas armas, en la herida recién hecha, en la carne siempre abierta; en la jodida cinta de Möbius que indistintamente nos victimiza y nos hace verdugos según qué, que nos da razones opuestas, que se nos interpuso, que nos atravesó, que nos hizo transcurrir y discurrir en la misma órbita, que nos atrapó, que me atrapa; en la continua relatividad metamorfoseada como si de una versión tétrica del universo infinito de Escher se tratara (y de la cual no puedo salir); en la herida recién hecha, en la carne siempre abierta.
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