3 ene 2013

Una de falsa moral (II)



Esta vez, intentaré ser breve.

Señores que se creen que el mundo está dividido en tetas, vaginas, penes (a ser posible solo el suyo) y nimiedades varias encontradas en Internet. Y que conste que con esto no quiero decir que las tetas, las vaginas, los penes e Internet me parezcan nimiedades.

Cada uno es libre de ver el mundo como quiere (o puede, según); eso sí, me apetece deciros un par de cosas: no esperéis que un día alguien os tome en serio y no os quejéis de que la mujer de vuestros sueños "no os quiere a pesar de estar muy buenos". En serio ¿qué os pasa? ¿qué os pasa por la cabeza? 
Sí, vale, perfecto, a todos nos gustan los cuerpos bonitos, las caras bonitas, los... bonitos, las... bonitas y una largo etcétera sexual y no sexual de cosas bonitas y no tan bonitas. Pero, no entiendo vuestra necesidad de reiteraros y reivindicaros y vuestro afán de hacer protagonistas los pechos, curvas, mujeres, en general, desnudas o semidesnudas que encontráis en la red de redes. Resultáis pedantes, patéticos, ridículos y a veces incluso ofensivos.

¿Y a mí por qué me molesta vuestra actitud? 
No lo sé, porque seré una de las mujeres que no aparecerían nunca en vuestras publicaciones de facebook, tumblr, instagram, twitter... O porque sencillamente seré subnormal (en el sentido literal y no en el que vosotros posiblemente le dais a la palabra, que seguramente difiere de lo que realmente es)... O no. 
Es porque estoy harta de que nos tratéis como como si fuéramos un objeto; no os voy a negar que a mí (hablo por mi y no por "nosotras", porque nunca se sabe) me gusta sentirme deseada de alguna u otra o de todas las formas, pero lo que no me gusta y me parece intolerable es ese cosificar a las mujeres que tanto parece que os gustan.


Y, haceros, hacednos, un favor... No llaméis “femme fatale” a la primera mujer que os gusta, calienta, o putea.

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