22 jul 2011

Después del capítulo y el cigarro.

Unos pisotean ilusiones, otros degustan bipolaridades. 
Unos duermen, otros se abandonan a sus debilidades.


¡Como a una cola de caballo, átame a los cometas, y azótame!
Y que mi cuerpo se desgarre en las puntas de las estrellas.
Maïakovski. La flauta de las vértebras.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez más aquí estoy, comentando algo que no se hizo con afán de ser comentado. Escribiendo para luego hacer leer a alguien que no vino aquí a leer...
Me pregunto de donde serán todas esas tachuelas, de una chaqueta?, de una pulsera?, de un corazón?

AnHeLo

Génesis Apolo dijo...

... ¿son verdaderamente tachuelas?

Anónimo dijo...

"Unos pisotean ilusiones, otros degustan bipolaridades. Unos duermen, otros se abandonan a sus debilidades". Si me lo permites yo añado: Sea como sea todos acaban panza arriba.
¿y si no son tachuelas?...

AnHeLo